Joaquinito y Jose Luis eran mis dos muñecos para dormir y con los que más he jugado. Cada dos por tres había que lavarles la cara y la ropa porque parecía que venían de una batalla de verdad. Los dos fueron regalos de familiares que venían de visita. Y no fue hasta hace pocos años que me di cuenta que eran de la misma marca.
Un día a Joaquinito se le fue un ojo para adentro, se le cayó dentro de la cabeza y estuvo tuerto el resto de mi infancia. Fue una suerte que se le cayera dentro de la cabeza porque ahí estuvo sin perderse hasta que ya de mayor me decidí a quitarle la cabeza y restaurarle el ojo. No era tan difícil pero necesitaba tener unos años más para saber hacerlo.
JOSE LUIS
A veces los muñecos más sencillos son los más divertidos y los que más nos gustan, y es que esa cara de pillo que tienen los dos da mucho juego.
MINI BABERIN
Este Mini Baberín puede que tenga tantos años como yo. Siempre ha estado en el cajón de los muñecos pequeños pero nunca he jugado con él. Mi madre me enseñaba como funcionaba pero no quería que jugara con él para no romperle del todo y es que tiene todas las juntas abiertas y se le sale la cabeza y los brazos. A este muñequín cuando le levantas la mano izquierda mueve la cabeza hacia un lado.
TARZANIN
Este muñeco de goma es también uno de mis primeros, con el que jugaría entre los 0 y los 3 años. Después quedó guardado en una caja, junto a Copito y otros más, puesto que estos eran sustituidos por los más nuevos.
Me resulta un muñeco muy gracioso, que además al estrujarle hace ruido, así que hoy en día es idóneo para mi hijo de 4 meses.
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